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sábado, 31 de diciembre de 2011

Y como despedida del 2011...

Hace unos días, haciendo zapping me encontré escuchando una frase, que no recuerdo textualmente, pero que más o menos era así: “porque en los malos momentos vamos a dejarlo todo y olvidar los buenos momentos vivido y que nos amamos”. Os pongo en contexto, era un matrimonio en el despacho de un abogado que les llevaba el divorcio, y en ese momento en concreto, acudían para decirle que ya no se iban a divorciar. Y no lo hacían, porque se amaban y la causa que les había llevado a iniciar el proceso de separación era un mal momento prolongado ocasionado por muchas cosas, pero no por la ausencia de amor mutuo.



Y esta mañana he pensado en ello, y en una conversación que tuve no hace muchos días sobre crecer como personas.


La D/s es un camino de crecimiento, eso está muy trillado decirlo.


Pero vamos a ver, ¿a través de que? ¿Cuando todo es maravilloso y fantástico, desde la comodidad y con todas las facilidades de la vida?


Un león o una gacela, encerrados en un zoo, disponen de todo aquello que necesitan para vivir durante muchos años. No pasan hambre, ni sed, están cuidados al máximo. Pero…


¡¡¡Que diferencia verlos en libertad!!!


Quizás el ejemplo que he puesto, no sea muy afortunado, ya que ni la gacela, ni el león, hayan tenido seguramente la posibilidad de escoger el cautiverio o la libertad.


Pero espero que os haga tener una idea de lo que pienso.


Hay momentos en la vida, en los que nuestra vida deja de ser cómoda, confortable, fácil,… Surgen dificultades, penurias, sufrimientos. Y muchas veces exigen sacrificios.


¿Puede alguien crecer como persona, cuando huye de todo sufrimiento y busca siempre la vida desde la comodidad?


¿Es bueno conformarse con algo que te complace simplemente?


Alguien me dijo que no venimos a esta vida a sufrir. He pensado en ello y tiene parte de razón, pero no toda, ni mucho menos. La vida sin sufrimiento no está completa, por desgracia seguramente.


Yo me siento orgulloso de los sacrificios hechos para disfrutar de buenos momentos. Me siento orgulloso de no haber abandonado.


Y por supuesto, que me encanta disfrutar de las cosas maravillosas de la vida. Pero, son mucho más maravillosas cuando son fruto de un esfuerzo personal.


Cuando algo nos hace sufrir, no es necesariamente malo. Al contrario, la vida nos pone delante una meta que superar, que nos hará crecer como seres humanos. Huir de esas pruebas, es volver atrás, preferir la jaula dorada. Esa es mi opinión.


En fin,


Para aquellos que corréis por la ardiente sabana, la intrincada jungla, los altos riscos, el mar azul,..


Para aquellos que vivís en jaulas de oro hechas a medida,…


Para los leones, gacelas, avestruces, buitres, delfines, tiburones, cigarras, hormigas,…


Para los que no llegamos a fin de mes,…


Para los que os sobra para permitiros caprichos,…


Para los que viven para crecer completamente,…


Para los que viven para crecer desde una sola parte,…..


Para todos, Besos y abrazos y que el año que viene os ilumine de sabiduría, os traiga maravillosos momentos y os de aquello que realmente queréis.


¡¡¡Feliz 2012!!!

martes, 20 de diciembre de 2011

Diario de una semana


Lunes 12.
Compras, cafés, charlas, flor, llamadas.
Nervios a flor de piel. Tengo que disimular.
A la cama. Sueño repetido y terrible, Abuelita y ella. Otra vez no. Otra vez las 4 de la madrugada. Ahora no.

Martes 13.
Trabajo sin estar en lo que tengo que estar. Continúan los nervios in crescendo. El no debe notarlo. Llamada, no dará su brazo a torcer. Le da igual lo que él pueda sufrir. Eso si que es hacer daño por hacer.
No puedo dormir. Me duermo. Las cinco cuando despierto. Abuelita y tu estáis conmigo. Os siento, pero no me decís nada. ¿Y donde están los demás?

Miércoles  14.
Mercado. Flojo, aburrido, exasperante. Día lánguido, hablando con él, tranquilizándolo, por difícil que sea.
Otro sueño. Pero este no es mío. Es de ella. ¿Por que tantos años después? ¿Por que le cambio el final?. No entiendo nada. No queréis decirme nada.

Jueves 15.
Cafés, charlas. Por la tarde me derrumbo. Hay que levantarse otra vez, el lunes se acerca. Hermana AM, me da la charla, me organiza fin de semana. No hay opciones.
Sueño extraño, también repetido, pero distinto, no es ella, es ella. Seis de la mañana. Mejor, he dormido unas horas más.

Viernes 16.
Siento la soledad. Hoy no me acompaña ninguno. ¿Dónde estáis? Marchamos a la casona familiar, mañana matanzas. ¿Qué pinto yo en eso?
Duermo bien. Muy raro.

Sábado 17.
Madrugón y a matanzas. Si yo no se hacer nada. Me meto en la cocina. Abuelita, hoy te veo, me encanta como me miras y sonríes. A cocinar. Las manos van solas. Estamos Abuelita y yo solos, como estábamos hace tantos años. Frito de sangre espectacular. He disfrutado.
Hora de colaborar en otras cosas. Hay que atar sobrasadas. Me pongo a ello. Me miran. Me preguntan. Estoy atando sobrasadas o a quien estoy atando. Nos reimos. No contesto. Te estoy atando a ti. Si, a ti. Nadie lo sabe, sólo Abuelita. Tú no estás y los demás tampoco. Prefiero no saber que estáis haciendo.
Mensajes. Otra vez el problema de siempre. Estoy aquí para ayudarte.
Otra vez el sueño, que me acompaña desde hace meses, Abuelita y ella, pero también estás Tú. Cuatro de la mañana, y estoy solo, Abuelita también se ha marchado.

Domingo 18.
Agotamiento, nervios, mañana es lunes, el día D.
Mensajes. Problema resuelto. Está bien ayudar a mantener, no a acabar. Me hace feliz vuestra reconciliación.
Comida familiar. Bronca familiar, antesala de las navideñas. Risas hasta con hermana M. , antesala también de diversión navideña.
Vuelta a casa. ¿Dónde estáis todos hoy?

Lunes 19.
He dormido bien. Me levanto listo para lo que me espera. Ya no hay nervios. Pero estoy solo.
De camino al coliseo, llama hermanita M.M. “Todo esta bien. Tranquilo.”
Por fin llego. Ahora os veo y os siento. Estáis todos, hasta algunos que no conozco. Desenlace. Se acabó. Por fin Paz.
Vuelta a casa. El lo nota, así y todo se lo cuento. Ha estallado la Paz.

P.D. Hay otras muchas cosas en mi vida y problemas que resolver. Pero este era el más importante, porqué no me incumbe sólo a mí. Ya está resuelto. Gracias a quienes me habéis apoyado, a quienes habéis creído.
En un momento u otro retomaré lo que estaba escribiendo. También sacaré las conclusiones de lo que han sido estas última semanas, que son un compendio de todo este año.

viernes, 16 de diciembre de 2011

Respuesta y algunas cositas más.

He tenido una noche muy larga y entonces he decidido sentarme a escribir. Tenía pendientes una serie de respuestas que dar, preguntas y comentarios que hacer. No se si le aclararán nada a nadie, pero ahora mismo esto es lo de menos. He llenado alguna hora con este texto. Ahí va.



“Estuve enamorado de mis tres parejas pero no llegué amarlas nunca”.


Para mí, enamorarme es un sentimiento pasional, frenético, intenso. Sexual. Hoy en estado puro, no me planteo mañana, ni posible futuro. Disfruto el momento y cuando surge incomodidad, insatisfacción o cualquier cosa desagradable, acaba y se acabó. No supera las adversidades. Sólo quiero los buenos momentos. Es egoísmo en estado puro.


Amar es distinto, aunque pase por cierto enamoramiento al principio. Amar significa que acepto a la mujer a la que amo con todo lo que es, bueno y malo. Amar para mí es Compromiso. Compromiso de mañana, de futuro, de luchar por mantener ese Amor cada día. Reir y llorar juntos. Compartir. El tiempo se detiene y a la vez corre, porqué no hay prisas, ni urgencias, tenemos todo el tiempo del mundo por delante. Es ausencia de egoísmo, pensar a dos. Ser dos en uno, uno de dos. Es perdonar y ser perdonado. Disfrutar y sufrir. Comprender. Comunicarse y hacerse entender, aunque tarde en conseguirlo. Resolver los problemas que surjan entre los dos, a dos, entre los dos, para los dos, desde los dos, con los dos. Tener confianza ciega hasta cuando todo indica que la debería perder. Mataría por ti, moriría por ti. Un instante que pasamos juntos vale más que el resto de la eternidad.


Mis tres primeras sumisas, fueron con fecha de finalización de la relación. Lo sabíamos. Así y todo las amé y a día de hoy ese amor continúa ahí.


Mi cuarta sumisa, fue ya sin fechas, sin límites de tiempo. Pero la ley de la vida, se la llevó cuando los dos éramos todavía muy jóvenes. Ya hace veinte años. Y hoy la continuo amando.


Y este tema lo dejaré ahí. No se si me respuesta le aclara mi forma de pensar y sentir. Sólo añadiré algo que ya he dicho, ninguna mujer será mi sumisa, si no me veo capaz de amarla de esa manera.


“aprovecharé mi anonimato para decir que yo no creo en los switch como estamento en D/s”.


Sinceramente yo tampoco. Los switch para mí forman parte del BDSM, no de la D/s. Pero eso es tema para otro post o debate.


“En D/s no solo se trata de eso aunque la meta ser felices”.


Mi felicidad no depende de nadie más que de mí, de lo que soy, de la persona que soy. La D/s como relación o la soledad, me darán buenos o malos momentos, alegrías y tristezas, euforia o depresión. Pero no felicidad, esa es cosa mía.


“El que vive la D/s convencido de su naturaleza, es incapaz de transmitir nada a quien No pertenece para hacerse entender”


Curiosa frase. Y más visto todo lo que ya he visto en esta vida. Me gustaría que la aclarase, si es que se vuelve a pasar por aquí.


“Si, y a veces lo buscamos donde no lo vamos a encontrar, ¿verdad?”

Otra frase curiosa, cuanto menos.


“Me permito añadir que la D/s nos ofrece un camino de valores, de cordura, de sensatez, de comprensión, de crecimiento, de coherencia, de generosidad, de empatía, de paciencia, de educación, de sabiduría, de aprendizaje, de humildad, de corrección…”


Un texto precioso. De manual. Se le olvidó añadir la Confianza, el Respeto y la Entrega, por ejemplo. Mis valores son el Compromiso, la Lealtad, la Fe, la Esperanza, Sinceridad, Honestidad, Sacrificio, Cuidar, Proteger, Mimar, AMAR. No dejarse llevar por el miedo y huir cuando las cosas van mal. Reconocer mis errores. Risas y lágrimas. Juntos. Capear el temporal. Le añadiría bastantes cosas más, sobre las que ya iré escribiendo. Su texto, es modélico, pero para mí refleja solo una mínima parte de lo que es la D/s. La D/s es algo maravilloso, pero no cuando todo es de color de rosa, cómodo y satisfactorio, sino cuando te puedes reir junto a esa otra mitad después de haber superado los malos momentos que se pasan durante la vida. Esas cosas las echo a faltar en lo que dice. Como en muchos otros textos que leo en muchos sitios o conversaciones que mantengo. El crecimiento a través de la D/s cómoda, sin sufrimiento, sin sacrificio, sin esfuerzo, sin superación de adversidades, solo placer, risas, alegrías. Eso no es completo.


“Señor Wunjo, ¿No sería estupendo que todo el mundo pudiera llegar a vivir en algún momento de su vida algo así para no olvidarlo nunca? (Aquí he añadido un poco de melancolía).”


Aquí me voy a abstener de contestar, porqué no me queda muy clara su pregunta, ni su melancolía.


De momento, me vuelvo a retirar a mis otros quehaceres, que ya me he distraído un rato de lo que ahora mismo es más importante. Y es que sabe Usted, Anónimo, leer sus comentarios es un tanto estimulante y no voy a añadir ningún adjetivo más. Supongo que si ha llegado hasta este blog, tendrá también otros medios de contactar conmigo. Creo que sería interesante una conversación más directa. Siempre y cuando Usted quiera. Aunque entenderé perfectamente que prefiera conservar su anonimato.


Un respetuoso saludo a todos los que se entretengan en leer esto.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Mi D/s II. Descubrimiento, conocimiento y aceptación.

Primero de todo hay que conocerse a uno mismo. Nuestro sistema operativo y nuestro disco duro. Tenemos un carácter, una personalidad, unos sentimientos, una educación, una cultura. Cosas que son genéticas y otras que vamos adquiriendo a lo largo de nuestra vida.



Y resulta que un día descubres que hay ciertas cosas que te atraen. Eres Dominante o eres sumiso. O switch. Te gusta tener el control o cederlo a otro. O un día te gusta de una manera y otro día de otra. O eres un carnívoro empedernido o vegetariano.


Bien, hay descubrimientos que por las razones que sean nos obligan a profundizar en ellos. Y eso nos lleva al conocimiento de uno mismo. Y nadie los vive de la misma manera.


En mi caso ese descubrimiento llegó siendo bastante joven. Y ciertamente no me comí nada la cabeza con ello. Lo consideré algo natural, de lo que no tenía porqué avergonzarme, ni tampoco sentirme extraordinario. Acepté que era una parte más de mí.


Con los años y muchas conversaciones, he averiguado que eso no suele ser lo habitual. Muchas personas, me han comentado lo raras que se han sentido e incluso lo mal que se sintieron, cuando descubrieron que les atraían determinadas cosas. Cada uno tiene su proceso y llega a el por sus propios medios. El caso es sentirse bien con uno mismo.


No es lo que tengo, es lo que soy. Pero ese dicho no es en relación al resto de la humanidad, sino para uno mismo. Ya vendrá después el momento de entenderse con el resto del mundo.


Continuará…

jueves, 8 de diciembre de 2011

Mi D/s I. Prologo.


Tengo ya 46 años y mucho camino en mis piernas y muchas vivencias en mi petate.
Quizás este no sea el mejor momento, para comenzar este escrito, pero supongo que también me ayudará para distraerme un rato de cierto tema que ya se está alargando demasiado. Comencemos a echar la vista atrás.
He tenido a lo largo de mi vida cinco sumisas. Bueno, esas son la que yo considero que lo fueron. He tenido a lo largo de mi vida tres relaciones vainillas, digamos estables. He tenido un matrimonio que acabó en divorcio.
Amé, amo y amaré siempre a las que en su momento fueron mis sumisas. A cada una de forma distinta, sin comparaciones, sin trabas.
Estuve enamorado de mis tres parejas, pero no llegué a amarlas nunca.
Ni estuve enamorado, ni amé a mi ex-mujer, fue un error que cometí. Refugiarme tras una tragedia personal en un hombro sobre el que llorar, en un cuerpo que se abría para mí, para desahogar los instintos primarios del sexo, llenar un vacio infinito. Hubo pasión, la pasión provocada por la desesperación, por el deseo de olvidar, de sustituir, de buscar donde no lo había aquello que había perdido. No funciona. No cuando crees en lo que yo creo.
También he pasado por unos años de soledad intensa, inmensa. Necesaria.
No tendré una sumisa a la que no me considere capaz de llegar a amar. De forma totalmente única. Distinta a cualquier otra. Y no llega de un día para otro, llega despacio, poco a poco, trabajándolo y sintiéndolo.
Eso me lleva a mi primer principio. La D/s es AMOR. No un amor cualquiera, no algo sencillo y cómodo, es algo que está por encima de todo. Es camino y meta. Es principio y fin. Todos los días. Algo que conlleva muchas más cosas.
Puesta la primera piedra de lo que va a ser un tocho.
Continuará…

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Generalizaciones, tópicos y...


“Todos los hombres son unos cabrones”.
“Todas las mujeres son unas putas”.
Pondría más ejemplos de tópicos y generalizaciones, pero me los voy a ahorrar.
Tampoco voy a poner ejemplos de experiencias mías.
Si juzgase al resto de la humanidad y a los estamentos de la sociedad por los tópicos, generalizaciones y mi propio pasado y presente, seguramente lo mejor que podría hacer sería sacar del baúl donde está escondida desde hace muchísimos años una vieja katana y hacerme el HaraKiri.
Porqué hay cosas que he vivido que son para hacer perder cualquier tipo de esperanza en el ser humano. Y así y todo no la perderé nunca.
Soy un gran capullo muchísimas veces y un viejo cascarrabias mucho peor que el tio Gilito.
Pero soy de una lealtad inquebrantable, se me ve venir (lo pongo muy fácil) y tengo un código de respeto hacia los demás que puede parecer absurdo, pero es lo que hay. Y hasta entiendo, que ni se comparta, ni se respete, aunque me fastidie. Y ese código, será el causante de que dentro de 50 años me pueda mirar al espejo y gustarme como persona. Por haberlo seguido, por haber sido capaz de pedir perdón cuando la he cagado y de perdonar, aunque no me lo pidan.
No juzgo, ni siquiera a quien me ha jodido.
Y por eso, cuando veo según que generalizaciones me ataco de los nervios.
Cuando veo, escucho, noto, siento que se ha juzgado a alguien, sin ni siquiera haberle escuchado, me pongo enfermo.
Y ahora será mejor que me calle.
Ah, perdónenme si alguien se siente ofendido. Pero es que el día ha vuelto a venir cargado de regalitos , o serán más bien puñaladas o que nuevamente alguien ha fallado a un compromiso, sin tener en cuenta a quien jode. ¿Tendré que llegar a creer que ni de palabra, ni por escrito puedes confiar?

lunes, 5 de diciembre de 2011

El camarero. I.


Vaya por delante primero de todo que es un homenaje a todos aquellos, sin distinción de edad, sexo, religión, afiliación política, tendencia sexual, rol, etc.., que se dedican a la restauración.
A ese que ha hecho de dar de comer al hambriento y de beber al sediento, una forma de vida.
Hay mucho intrusismo, pero a esos no los cuento. Comencemos.
Cualquiera de Ustedes, se considera una buena persona, educada, amable, puede que incluso hasta empática. Pues va a ser que no.
Todos vamos al Banco, al médico, al supermercado, al estanco, a coger el autobús, lo que sea. Estamos bien educados, esperamos nuestro turno, a veces durante un montón de tiempo, y nos podemos cabrear o poner nerviosos, pero las reglas son las reglas. Hasta ahí estamos dentro del estereotipo.
Vamos al bar!!! O a la cafetería, o al restaurante o al chiringuito de la playa. Transformación!!!!: camarero!!! Oye!!! Silbidos!!! Shistamosssss!!!
Entramos y queremos ser atendidos al momento, da igual como esté el local, si han llegado cien personas antes que nosotros. YO ESTOY AQUÍ Y LO QUE DESEO DEBE PASAR POR ENCIMA DE LOS DEMAS. YO NO PUEDO ESPERAR.
Increible. En ningún otro lugar se ven las faltas de respeto que se ven en cualquier bar hacia una persona, que está allí para hacer un trabajo, no para ser humillada. He visto a gente que presume del más estricto protocolo y educación, silbar a un camarero.
El camarero ama su trabajo, ama a sus clientes. Pero no deja de ser una persona, por encima de todo. Y todos hemos recibido más de una vez alguna mala respuesta de un camarero. AIIII!!!!! Que horror.
Si el cajero del banco tiene un mal día, que se le va a hacer, por poner un ejemplo. Pero un camarero!!! Quien se ha creido que es!!!! Mindundi, desgraciado, poca cosa,…
No nos ponemos nunca en la piel, de esa otra persona. Y el caso es sangrante.
Veamos. Llevas años yendo a la misma pescadería, conoces el genero y al pescadero. Te atiende muy bien y estas muy contento de ser su cliente. Un día está saturado de clientes, esperas tu turno y cuando te atiende, lo hace de forma más rápida, mecánica y hasta desagradable de aquello a lo que te tiene acostumbrado. Pobrecito, está saturado, cuanto trabajo, está agotado. Llegas a pensar que has ido en mal momento, que ya sabes lo que pasa, si vas a esas horas.
Te vas al bar a tomarte una caña. También eres cliente de allí. El camarero, no sólo te ha servido durante los mismos años que el pescadero, sino que siempre te ha tratado especialmente bien, e incluso más de una vez, te ha escuchado y ha ejercido de psicólogo de barra. El bar está a reventar. Y tú no puedes esperar, precisas su atención ya. Él, está saturado y su respuesta no es la que tú esperas. Bye, bye, bambino. La sentencia está dictada, mira como te ha tratado. Adiós, me voy dando un portazo y me voy en busca de otro bar.
Eres una buena persona, adulta, educada, coherente, justa, comprensiva, respetuosa. Ese es el concepto que tienes de ti y que deseas que tengan los demás de ti. Pero acabas de sentenciar a tu camarero. Que más da las veces que te haya preparado algo especial, las sonrisas que te haya dedicado, las veces que te haya escuchado. Da igual. No hay clemencia.     
No hace mucho, presencié una escena que me conmovió. Un bar a reventar, un camarero saturado y un señor de unos ochenta años con muletas. Ese anciano acude cada día al bar a la misma hora.
Ese día el camarero, casi lo echó porque necesitaba sillas para otra gente. Le sirvió el cortado tarde y mal. El viejecito no rechisto en ningún momento. Pasada la vorágine, el camarero se dio cuenta de que el hombre continuaba en su silla y se sintió mal , por lo que había hecho. Fue a disculparse de todo corazón, se sentía fatal. Escuchar la respuesta del anciano fue conmovedor: “Tú me atiendes bien, casi siempre. Hoy tienes un mal día. Quien debería disculparse sería yo, sino fuese capaz de entender eso”. Se levantó agarró sus muletas y mientras echaba a andar, dijo: “Eres una buena persona y un buen camarero. Y por encima de eso eres mi camarero”.
La reflexión que me hago, me la quedo para mí.
Un respetuoso saludo a quienes son capaces de entender al camarero.