Seguidores

martes, 20 de diciembre de 2011

Diario de una semana


Lunes 12.
Compras, cafés, charlas, flor, llamadas.
Nervios a flor de piel. Tengo que disimular.
A la cama. Sueño repetido y terrible, Abuelita y ella. Otra vez no. Otra vez las 4 de la madrugada. Ahora no.

Martes 13.
Trabajo sin estar en lo que tengo que estar. Continúan los nervios in crescendo. El no debe notarlo. Llamada, no dará su brazo a torcer. Le da igual lo que él pueda sufrir. Eso si que es hacer daño por hacer.
No puedo dormir. Me duermo. Las cinco cuando despierto. Abuelita y tu estáis conmigo. Os siento, pero no me decís nada. ¿Y donde están los demás?

Miércoles  14.
Mercado. Flojo, aburrido, exasperante. Día lánguido, hablando con él, tranquilizándolo, por difícil que sea.
Otro sueño. Pero este no es mío. Es de ella. ¿Por que tantos años después? ¿Por que le cambio el final?. No entiendo nada. No queréis decirme nada.

Jueves 15.
Cafés, charlas. Por la tarde me derrumbo. Hay que levantarse otra vez, el lunes se acerca. Hermana AM, me da la charla, me organiza fin de semana. No hay opciones.
Sueño extraño, también repetido, pero distinto, no es ella, es ella. Seis de la mañana. Mejor, he dormido unas horas más.

Viernes 16.
Siento la soledad. Hoy no me acompaña ninguno. ¿Dónde estáis? Marchamos a la casona familiar, mañana matanzas. ¿Qué pinto yo en eso?
Duermo bien. Muy raro.

Sábado 17.
Madrugón y a matanzas. Si yo no se hacer nada. Me meto en la cocina. Abuelita, hoy te veo, me encanta como me miras y sonríes. A cocinar. Las manos van solas. Estamos Abuelita y yo solos, como estábamos hace tantos años. Frito de sangre espectacular. He disfrutado.
Hora de colaborar en otras cosas. Hay que atar sobrasadas. Me pongo a ello. Me miran. Me preguntan. Estoy atando sobrasadas o a quien estoy atando. Nos reimos. No contesto. Te estoy atando a ti. Si, a ti. Nadie lo sabe, sólo Abuelita. Tú no estás y los demás tampoco. Prefiero no saber que estáis haciendo.
Mensajes. Otra vez el problema de siempre. Estoy aquí para ayudarte.
Otra vez el sueño, que me acompaña desde hace meses, Abuelita y ella, pero también estás Tú. Cuatro de la mañana, y estoy solo, Abuelita también se ha marchado.

Domingo 18.
Agotamiento, nervios, mañana es lunes, el día D.
Mensajes. Problema resuelto. Está bien ayudar a mantener, no a acabar. Me hace feliz vuestra reconciliación.
Comida familiar. Bronca familiar, antesala de las navideñas. Risas hasta con hermana M. , antesala también de diversión navideña.
Vuelta a casa. ¿Dónde estáis todos hoy?

Lunes 19.
He dormido bien. Me levanto listo para lo que me espera. Ya no hay nervios. Pero estoy solo.
De camino al coliseo, llama hermanita M.M. “Todo esta bien. Tranquilo.”
Por fin llego. Ahora os veo y os siento. Estáis todos, hasta algunos que no conozco. Desenlace. Se acabó. Por fin Paz.
Vuelta a casa. El lo nota, así y todo se lo cuento. Ha estallado la Paz.

P.D. Hay otras muchas cosas en mi vida y problemas que resolver. Pero este era el más importante, porqué no me incumbe sólo a mí. Ya está resuelto. Gracias a quienes me habéis apoyado, a quienes habéis creído.
En un momento u otro retomaré lo que estaba escribiendo. También sacaré las conclusiones de lo que han sido estas última semanas, que son un compendio de todo este año.

No hay comentarios: