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jueves, 30 de diciembre de 2010

La Burbuja.


Hoy voy a hablaros de burbujas. No, no voy a daros una disertación sobre cava, aunque hablaremos de ello, ya que siempre está asociado a toda celebración.
Voy a hablaros de magia. Y de realidades, de tener los pies en el suelo, de llegar a fin de mes.

Ya hemos leido todos, hablado e incluso escrito, sobre la magia de una relación, cuando está va camino de crearse, cuando toma cuerpo, cuando va más allá.

Yo lo llamo la burbuja.

Imaginemos, que tras un tiempo de coqueteo, conocerse, dejarse llevar por ese gusanillo o lo que queramos llamarlo cada uno, llega por fin el momento tan esperado de fijar la mirada en la de otra persona.

Imaginemos, que en ese primer contacto, la piel se funde con la piel. La entrega de hace mística y te ves reflejado en la otra mirada.

Eso es magia, fantasía, sueños hechos realidad. Criticadme si quereis, yo lo llamo AMOR. Ya se que es una palabra tabú en este mundo nuestro del BDSM, pero creo que ya sabeis algunos que soy muy poco ortodoxo y todavía no he encontrado una palabra mejor. Quizás sea también porque de muy jovencito leí una critica sobre “Historia de O” muy simple y escueta: “La historia de amor más bella jamás contada”.

Pero, dejemos ahora eso, ya hemos entrado en esa burbuja que comenzamos a crear entre dos, a la que invitamos a nuestros amigos a visitarnos en ella, a compartir mesa y cava, a celebrarlo.

Esa burbuja es preciosa, deliciosa. Pero, hay que hacerla crecer, hacerla más grande día a día. Y para eso no basta con la magia.
No, hay que poner los pies en el suelo, confiar, respetarse, ser sinceros.
Y todos tenemos unas familias, unos amigos dentro y fuera de este mundo, una vida profesional, una casa que pagar, un coche que mantener, etc…

Uff, os estoy poniendo en el mundo real. Pues si, es básico, hablar con quien está creando esa burbuja contigo, de muchas más cosas que el BDSM, que la Dominación o la Entrega, de los límites para una sesión,….
Hay límites que todos tenemos, y viene dados por nuestra propia vida, a nivel de familia, de salud, de amigos, de trabajo, de dinero,…Y es muy importante, conocer, aceptar, y disfrutar de esos limites que nos imponen nuestras vidas.
Y es cuando hablas de eso que sabes que estás en el buen camino.
No esperas, ni buscas en la otra persona, lo que tiene, sino lo que es.
No esperas, lo que te de, sino lo que tu puedes darle.
Esperas que el camino que habéis iniciado, se prolongue en el tiempo, creciendo los dos juntos, con todo lo que lleváis ambos en vuestras mochilas.

Sólo entonces, la burbuja, crece, se mantiene firme y os da felicidad.
Entonces podemos descorchar esa botella, quizás no de las más caras, porque no nos la podemos permitir. Quizás con unas fresas, se logre una magia que no pueden comprar, ni crear, kilos y kilos del mejor caviar.

Os animo a vivir esos momentos, los que ponen los pies en el suelo, los que hablan de otras cosas que no son solo BDSM, ni siquiera amor en una relación vainilla. Porque todas esas cosas, a veces muy simples como un simple resfriado, son las que endurecen la burbuja, para que no se rompa.

Por la felicidad de todos, por la de aquellos que han compartido conmigo un vino y por aquellos que lo compartirán, brindo por todas nuestras burbujas.

Lord Wunjo.

Publicado el 25 de septiembre de 2008 en mi blog de someteme.