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lunes, 27 de diciembre de 2010

Postre o fantasía

Ah, el postre, la guinda del pastel, el sabor especial que pone punto final a una buena cena y muchas veces abre el interrogante, de lo que vendrás después.
Culinariamente hablando, los postres, son algo muy específico. Muchos grandes chefs, no son precisamente reposteros, y un gran especialista en repostería puede ser bastante negado en la cocina. Los postres son casi una ciencia exacta. No hay, otro apartado en la cocina, donde se tengan que cuidar más la cantidad exacta de ingredientes a utilizar, la temperatura y humedad con la que deben elaborarse, la temperatura de cocción si es el caso y la temperatura de conservación y la de servicio. Parece que no dejan margen, a algo importantisimo, la imaginación y la fantasía. Veremos que no es así y por supuesto fantasearemos con este mundo nuestro que tanto nos gusta.

No soy un gran especialista en la elaboración de postres, se me atragantan, para que os voy a engañar. Pero tengo mis métodos para disimular esas carencias.

Tomemos como base helado de vainilla, helado de chocolate, ensaimada, fruta, chocolate a la taza y nata. Y cava para acompañar. Personalmente recomiendo el cava durante toda la cena, si se quiere acabar con cava, pero el tema de los vinos para acompañar y comparar necesitaría otro capítulo.
Hemos acabado de cenar, y tras recoger la mesa, plantamos encima de ella, una ensaimada (producto típico de aquí y bastante conocido fuera), las tarrinas de helado, un frutero, un bote de nata en spray y una jarra de chocolate bien calentito. Y hala!! cada cual que coja su plato, o un vaso de esos de nocilla reconvertidos a vasos de casa y se sirva lo que le apetezca. Abrimos la botella de cava y a brindar. Viva la fiesta!!
Quizás este postre este bien para una multitudinaria comida familiar.

Llegas, te desnudas, te inmovilizo, y comienzo con el repertorio de azotes, cera, pinzas, etc… y acabo disfrutando de ti. Viva el BDSM!!
Quizas una sesión de este estilo, este bien para aquellos que valoran principalmente la parte física o técnica del BDSM, y procuran no crear lazos emocionales demasiado fuertes.

Que como se os ha quedado el cuerpo, satisfechos con uno de esos postres. Yo no. Usemos la imaginación y hagamos fantasía con los mismos ingredientes.
Está tarde, mientras tú te vestías, te maquillabas y te envolvías como un regalo para mi, yo he preparado la cena y me he dejado el postre a punto de un último toque que me llevará unos pocos minutos, el tiempo de calentar el chocolate y poco más.
Tengo preparado el plato de presentación de 30 cm. de porcelana, ya tengo la fruta cortada y preparada en la nevera. Procedamos.
Primero colocamos, el trozo triangular de ensaimada, a continuación coloco en un lado, tres trozos de naranja que con un molde he cortado en forma de estrella. Tres fresas abiertas en cuatro gajos, acompañan a la naranja y finísimas rodajas de fresas recorren completamente el borde del plato. Nada más que dos puntitas de nata montada, como dos diminutos pezones, y una bola de helado de vainilla y otra de chocolate. Ya tengo el chocolate en el punto de espesor justo para verterlo en la manga y con ella, napar la bola de helado de vainilla, hacer un dibujito sugerente para los dos en ese hueco que expresamente había dejado vacío y unas gotitas en la fruta y la ensaimada.
¿Que? ¿Os parece diferente? ¿Os mata la curiosidad por saber que forma tiene el dibujo de chocolate, hecho con la manga? Podría prepararlo y colgar una foto, pero, prefiero dejar margen a vuestra imaginación, quizás prefiráis cambiar el sabor de los helados, o la ensaimada por un bizcocho, o el chocolate negro por blanco. O poner una ramita de menta freca o de hierbabuena sobre la bola de chocolate. Y por supuesto rematar con una firma especial hecha con una manga con la boquilla muy fina y con el sabor o el color que más os guste. IMAGINAD, FANTASEAD. TRANSFORMAD.
Y tened también siempre en cuenta a quien lo va a comer con vosotros.
Ya tengo el postre listo, solo me falta llevarlo a la mesa.

Estás lista? El postre ya está en la mesa, y tu expresión de sorpresa, como dijo aquel rey, bien vale una misa, porque tu eres ahora mismo mi Paris. No seas impaciente, esto acaba de empezar. Hay que encender las velas y apagar las luces, esas velas que dan ese ambiente romántico, pero que a la vez sabes, que cuando yo desee, se transformarán en gotas de cera sobre tu piel, delicadas dibujos de dolor y placer. Ya has visto suficiente y una venda cubrirá a partir de ahora tus ojos, te concentrarás en todos tus otros sentidos. Mientras libero tu cuerpo de las ropas que lo aprisionan, voy susurrando a tu oido, lo que tengo pensado para esta noche, lo satisfecho que estoy con tu entrega. Y cuando por fin todo tu cuerpo es un prodigio de insultante y orgullosa, desnudez y entrega, ato tus manos a tu espalda.
Voy a darte de comer en la boca, y voy a acariciar todo tu cuerpo, voy a hacerte esperar por esa fresa que se que tanto te gusta mojada en chocolate y voy a pellizcarte y azotarte con mis manos, después de una caricia, cuando menos te lo esperas. Voy a mojar mis dedos en cava y con ellos humedeceré tus pezones, para que mi boca disfrute de saborear de ellos la máxima exaltación, la sublimación del sabor del cava. Y te daré a probar con mis dedos y con mi boca las húmedas y cosquilleantes burbujas. Y te daré a probar, tu propio sabor impaciente, después de impregnar mis dedos de el. Tranquila, esto es sólo el principio. Era un sueño, era una fantasía, pero ahora va mas allá, ya no es ni siquiera algo real que estemos viviendo, hemos obrado el milagro de transformarlo en magia. Y la magia acaba de empezar…..

¿Esperabais que siguiese? Mis estimadas mentes calenturientas, ¿ no preferís continuar vosotros? ¿ Os habéis quedado con ganas de más? Espero que sea así.

La imaginación y la fantasía son la base de casi todo. Y en cocina y en BDSM, pueden transformar un sencillo plato o una determinada técnica, en una experiencia sin igual de sensaciones y emociones. Y se pueden hacer realidad y esa realidad convertirse en magia. Y esa magia con el tiempo convertirse en recuerdo. Y ese recuerdo, puede volver a convertirse en fantasía siguiendo un círculo maravilloso. Porque con otra persona, cambiarán cosas, condimentos. Y si la vas realizando con la misma persona siempre introducirás nuevos elementos porque la sorpresa es la base para conseguir la magia. Y la rutina mata la magia.


Nadie puede robarnos, ni nuestras fantasías, ni nuestros recuerdos. Solo podemos encontrar a alguien que nos ayude a hacerlos realidad o a vivirlos nuevamente, con un sabor diferente.
Porque quien nos acompaña en cada momento, es quien hace posible ese sabor propio de nuestra fantasía y la suya.

Ya os he contado mi recuerdo y mi fantasía, porque vuelve a serlo y me alegro por ello. Espero que podáis disfrutar de vuestros recuerdos, porque eso significará que habéis convertido vuestras fantasías en algo maravilloso.

Brindo por todos vosotros, por vuestras fantasías y por vuestra felicidad. Que la vida, sea dulce y generosa, y os de aquello que satisfaga vuestros delicados paladares. Y especialmente, por todos aquellos, que tan buena crítica me disteis por mi primer artículo, esperando seáis indulgentes con este postre, sencillo, pero hecho con igual cariño, base de todo.

Saludos.

Publicado el 21 de junio de 2008 en mi blog de someteme

1 comentario:

Lady Eva dijo...

Ooooh, m'ha agradat aquesta entrada, vaig llegint poc a poc però et llegeixc :)

Una besada.