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jueves, 30 de diciembre de 2010

Quien tiene que alumbrar....


“Qui a de donar llum, no ha de donar fum”. Esta frase que me repitió en mi niñez mi abuela, es de las que tengo marcadas y de las que echo de menos en la vida diaria.
Su traducción literal sería: quien tiene que dar luz, no tiene que dar humo.
Aquel que debe alumbrar el camino con su luz y su ejemplo, no lo tiene que esconder entre las sombras.

Siempre he intentado cumplirla. Aquello que sé, lo que pienso, intento compartirlo con los demás. Y escucho a aquellos que me pueden alumbrar a mi.

Aquí encontré un lugar que me gustaba, donde encontré había calorcito. Y me senté a observar y a contar algunas batallitas largo tiempo olvidadas, y a vivir algunas fantasías que no pensaba volver a tener, aunque se hayan quedado solo en fantasías: por lo menos me he vuelto a sentir vivo y persona.

Pero no todo es bonito y llegan las decepciones.
Hay guerra civil. Guerra en la que todos somos perdedores.
Lo malo del asunto es que, quienes las libran, piensan que ganan algunas batallas.
Lo triste es que es en un foro BDSM, donde el RESPETO, es una norma que no debería saltarse nadie. Pero se la saltan de forma evidente.

No me gustan según que formas de entender el BDSM, pero las acepto y las respeto. Si entro en un blog y leo algo que no me gusta, sencillamente, me voy a otro. Si esa persona es feliz así, me alegro por ella, aunque no comparta lo que dice.
Si se abre un hilo en el foro y no puedo aportar, o no tengo ganas, nada positivo, pues lo leo y me marcho a leer otro.
Creo que hay mucha gente más como yo. De más de 6000 personas registradas, no son tantas las que escriben en el foro, en sus blogs o chatean.
Parece sencillo hacer esto, pero estoy empezando a pensar que es muy difícil, precisamente para aquellos que más renombre tienen dentro de la comunidad.

Me pregunto qué ganan con ridiculizar, insultar, ironizar, etc…
Porque, además, de muchos de los que forman este grupo, he leído aportaciones francamente muy interesantes. Pero lo dejan de lado por sus rencillas personales.

Grupitos hay en todos lados, hasta en el bar del pueblo. Pero allí no desembocan todos los días en una batalla campal, con heridos y bajas.
¿Tan difícil es aceptar y admitir que hay grupitos? ¿Tan difícil es que cada grupito se dedique a lo suyo? ¿Tan difícil es no formar parte de ningún grupo y tener amigos o buenas relaciones con gente de diversos grupos? Parece que sí.
Hasta el hilo más inocente llega, tras unas pocas aportaciones, a convertirse en un rio lleno de pirañas, serpientes y cocodrilos.

¿Quién es el más mejor? ¿El Amo más megadominante? ¿La Ama más estricta y severa? ¿El sumiso o la sumisa más entregado/a y obediente?
¿Es eso lo que intentáis averiguar? ¿Se trata sólo de esos principios básicos de antropología, sobre la tribu más poderosa y caníbal?
Porque no puedo entenderlo desde otro punto de vista. O quizás sí: habéis escuchado una frase muy famosa y queréis que os la dedique con una ligera modificación: NUNCA TAN  POCOS HICIERON TANTO DAÑO A MUCHOS.
¿Es esta la frase que queréis que se os dedique?

Quienes deberíais ser un ejemplo para los más jóvenes y los recién llegados a este mundo, os olvidáis de lo más básico: la educación y el respeto.
Resulta curioso que en vez de alumbrar, provoquéis el efecto contrario.
Con vuestras ironías, con vuestros malos modos, con vuestro yo soy el/la más mejor y a mi no me gana nadie; con pensar que soy el poseedor de la verdad absoluta en este mundo, en el que deberíamos caber todos; con no saber lavar los trapos sucios en privado, ni reconocer cuándo os habéis equivocado.
Nada hace más grande a una persona que reconocer sus errores y aprender de ellos.
Y yo siempre he aprendido más de quien no piensa como yo, que de quien me da la razón en todo.

No conozco a nadie de ninguno de los bandos, que son evidentes que hay, y debo decir que de todos he leído algunas cosas buenas. Y desperdiciáis eso.
El orgullo y la vanidad mal entendidos son malos consejeros.
El llevar a terreno público rencillas personales que sólo interesan a unos pocos, no hace falta que os diga a qué nivel os deja: ponedlo vosotros mismos.

¿Qué ganáis? ¿Os satisface que alguien se vaya o que lo expulsen?...
No tenéis autocontrol suficiente para callaros, cuando alguien provoca de forma arbitraria. Perdéis los nervios con facilidad y contestáis rápidamente y sin pensar ¿Es miedo a que os tomen por cobardes? ¿Es miedo a que os quiten ese puesto del más megamejor? ¿O es que el día que dieron las lecciones de AUTOCONTROL Y RESPETO, básicas en toda expresión BDSM, no asististéis a clase?

Huyyy¡¡¡ Lo que os estoy diciendo!!! Pero es que ya llevaba mucho callado y sin encontrar respuestas a todas esas preguntas. Y, al final, las ganas de querer saber y la esperanza de que os dediquéis sólo a aportar cosas positivas, me pueden.

Pero tranquilos, que yo no soy uno de los mega mejores, ni de los grandes. Por tanto, ni caso. Que yo no tengo nada que enseñaros que ya no sepáis.
Pero os voy a contar una cosita:

Durante los últimos diez años de mi vida, no he sido una persona como las que conocéis. He estado encerrado detrás de mis murallas. No, no ha habido ninguna relación sentimental, ni BDSM. Hasta ahora, siempre he sido capaz de matar esas mariposas que a veces intentan aparecer en mi estómago. A día de hoy, todavía es muy dudoso que se borre la tristeza de mis ojos, por mucho que mi nick signifique alegría.
Pero eso sí, durante esos oscuros años fui el más mega mejor en mi carrera profesional. ¿Qué más da si para eso me dejé en la cuneta a un montón de gente a la que no dejé traspasar mis murallas?, ¿qué más da si hasta me perdí la infancia de mi hijo?, ¿qué más da si le cerré la puerta en las narices a cualquier mujer que intentó hacerse un hueco en mi corazón de piedra?...
Ah, pero eso sí:  me trataban como el más grande, conseguía imposibles. Y, de vez en cuando, hasta dejaba que alguna mujer me acompañase a casa.
Y he escuchado cosas tales como:
Eres un Amo robot.
Eres un consolador de carne.
¿Qué he hecho mal?
¿Es que no te gusto nada?...

Igual a vosotros os enorgullecería que os dijesen eso. A mi, en aquellos momentos, me entraba por un oído y me salía por otro.
Hoy me avergüenzo.

¿Queréis eso de verdad? ¿Queréis ser seres vacíos que no tienen nada positivo que aportar? Alguno/as váis muy bien encaminados.

Seguiré intentando ser fiel al dicho. Cuando pueda aportar algo positivo, lo haré. Cuando no, me callaré.
¿Que os a parecido mal lo que he dicho?, si es que alguno lo lee, pues gracias por dedicar vuestro tiempo a leerme y que seáis muy felices.
¿Que me queréis insultar, váis a ironizar sobre mi, y me váis a tratar como a un mindundi?... Ánimo: mientras os entretengáis conmigo no molestaréis a otros.

Tengo la esperanza que podáis refugiaros entre vuestros amigos, pasar buenos ratos con ellos y dejar en paz a los demás: que cada uno viva su vida.
Y que los que de verdad estáis capacitados para alumbrar, lo hagáis y os dejéis de discutir por cualquier cosa.
Tengo la esperanza de que demostremos todos que realmente sabemos qué es BDSM, algo que en teoría es un continuo aprendizaje y un crecimiento personal. Para crecer y ayudar a crecer a los demás hay que dejar de hacer muchas de las cosas de las que se habla.
Tengo la esperanza que no se vaya nadie más, que vuelva la calma y hablemos de BDSM y de cualquier otro tema interesante que pueda salir, sin necesidad de tener que pisotear a nadie. Y que entendamos que hay tantas formas de vivirlo y sentirlo, como personas estamos inmersos en el, Y que todas esas formas deben ser respetadas. Y que dejemos de criticar e insultar a quien no lo vive de la misma forma.

Yo no pienso marcharme, me quedaré aunque sea en silencio, porque muchas veces el silencio es la respuesta más poderosa. Un respetuoso silencio.

Un cordial saludo a todos.

Lord Wunjo.

Publicado el 25 de agosto de 2008 en mi blog de someteme.

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